Está bien establecido que el aire contaminado no es bueno para los pulmones y, probablemente, tampoco para la piel.
Una nueva investigación indica que también podría causar daño cerebral. Un estudio publicado en los “Archivos de Medicina Interna” muestra que la contaminación atmosférica acelera el proceso de declive cognitivo en las mujeres. Además un nuevo informe muestra que la contaminación del aire del sur de California pone en riesgo a sus habitantes.
Estas dos pruebas se suman a la evidencia de que la contaminación atmosférica y la salud no van de la mano. Esta nueva investigación, llevada a cabo por un equipo de investigadores de Chicago, Boston, Baltimore y Filadelfia, examinaron el efecto de las partículas gruesas en el aire sobre la salud cognitiva de mujeres mayores. En la actualidad, los médicos estamos lidiando con un creciente número de pacientes con demencia.
Lamentablemente, poco sabemos sobre la demencia y cómo prevenirla, pero lo que sí sabemos es que el deterioro cognitivo esta fuertemente relacionado a esta enfermedad. Si pudiéramos prevenir o retrasar el deterioro cognitivo, tal vez podríamos prevenir o retrasar la demencia.
Lo interesante de este estudio es que permite enfocar la prevención de la demencia a una escala más amplia y no solo a nivel individual. Nos plantea una nueva forma de pensar en prevención de demencia y deterioro cognitivo. En este estudio se correlacionaron datos de contaminación atmosférica de 11 estados de Estados Unidos y niveles cognitivos de 20 000 mujeres adultas e hicieron el seguimiento durante 6 años.
Se encontró que la exposición a largo plazo a las partículas contaminantes aéreas se asocia con un deterioro cognitivo significativamente más rápido. Aún es un poco apresurado asegurar que la contaminación atmosférica afecte la capacidad cognitiva o que tenga un efecto directo sobre el cerebro ya que faltan muchos estudios para su confirmación. Este estudio es una evidencia más de que el aire debe ser de principal preocupación para el bienestar de la población.
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