Las mujeres que
se someten a la reconstrucción del busto experimentan cambios muy positivos en
su vida, desde el punto de vista psicológico, social y sexual.
Uno de los efectos más temidos del cáncer de mama es perder
el pecho, aunque existen infinidad de técnicas para reconstruirlo. Ahora, un
estudio evalúa cual es el impacto de esta intervención en la calidad de vida.
Según sus resultados, las mujeres que se someten a esta intervención
experimentan cambios muy positivos en su vida, desde el punto de vista
psicológico, social y también en el terreno sexual.
“Observamos una
significativa mejoría en todos estos aspectos desde la tercera semana tras la
intervención de la reconstrucción“, afirman los autores de la investigación, de
la Universidad de Toronto y del Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva
York.
Al fin y al cabo,
aseguran, el objetivo de esta operación es recuperar la imagen corporal y con
ello, la feminidad y autoestima.
A diferencia de los
estudios realizados hasta la fecha, esta nueva investigación se ha centrado
mucho en el bienestar sexual de la paciente mastectomizada.
Para evaluar este
aspecto y otros de la calidad de vida de la paciente, el equipo de
investigadores, liderado por Toni Zhong, del programa de reconstrucción mamaria
del Hospital de Toronto, analizó los casos de 51 mujeres que se sometieron a
esta intervención entre junio de 2009 y noviembre de 2010. Para homogeneizar los
resultados, se seleccionaron a las pacientes que se sometieron a una misma
técnica: la que consiste en usar tejido propio del abdomen.
Para algunas mujeres
la reconstrucción mamaria no es algo prioritario, no quieren volver al
quirófano si no es necesario, tienen el apoyo de sus parejas y tienen una vida
afectiva y sexual normal. Pero no hay que olvidar que se trata de una opción
terapéutica disponible sólo si la mujer está interesada.
Dr. David Ruiz Vela
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