¿Por qué las personas tienen sexo?
La mayoría de las personas podrían afirmar que tienen sexo
por placer o para reproducirse. Sin embargo, la razón del sexo es mucho más
profunda.
La mayoría de las personas podrían afirmar que tienen sexo
por una función reproductiva. Sin embargo, la gente sigue teniendo relaciones
sexuales mucho después de haber tenido hijos. Por lo tanto, el gran interés en
el sexo y el erotismo no está necesariamente vinculado con el interés en la
reproducción.
Otras personas podrían decir que tienen relaciones sexuales
por placer. Sin embargo, las investigaciones demuestran que el placer físico de
la estimulación genital no es necesariamente un componente importante en la
decisión de tener relaciones sexuales. Los investigadores Cindy Meston y David
Buss consultaron a 400 estudiantes acerca de sus razones para mantener
relaciones sexuales. Entre las primeras destacaban: “Me sentí mal por él”,
“Para castigarme a mí mismo”, y ”Perdí una apuesta”.
Muchas personas tienen sexo sin placer ni expectativas. De
hecho, si se desea obtener placer inmediato se va a llegar más rápido mediante
la masturbación.
Interacción y deseo sexual
Randall Collins, un sociólogo norteamericano que ha estado
escribiendo sobre el tema desde hace décadas, argumenta que la sexualidad
humana se puede entender sólo en un contexto social. Los seres humanos son
sociales, solos y aislados no pueden sobrevivir.
El deseo sexual, por lo tanto, no se dirige principalmente
al placer físico o la reproducción, sino que se relaciona con la conexión con
los demás. El placer sexual es fundamentalmente una construcción social, algo
que surge del intercambio social, según indica Collins.
Según Collins, construimos nuestro mundo en una serie
continua de rituales de interacción que permiten nuestra existencia y le dan
significado. Todos los aspectos de nuestras vidas se llevan a cabo a través de
estas ceremonias. Las conversaciones entre amigos, un día de trabajo, una
comida en familia, todos son rituales de interacción. Pueden ser diferentes en
su contenido, pero son similares en sus procesos sociales y psicológicos: todos
afectan a un grupo cuyos miembros son conscientes uno del otro y tienen un
interés común.
En este contexto, el sexo es un ritual interactivo que sigue
las reglas de los otros rituales. En un encuentro sexual, un pequeño grupo se
reúne, los participantes son conscientes de la presencia del otro y su atención
está dirigida al interés común.
Según Collins, un conocimiento profundo de la sexualidad
sólo es posible si se mira desde la perspectiva del contexto social, en lugar
de examinarla desde la perspectiva del individuo.
Por lo tanto, y según explica el experto, el placer no se
deriva de la estimulación física de los genitales o de la posibilidad de dar a luz,
el placer sexual se deriva de la cooperación sincronizada entre las personas.
La totalidad del contacto humano es más grande que la suma de sus partes
individuales.
Dr. David Ruiz Vela
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