martes, 24 de abril de 2012

¿Por qué las personas tienen sexo? DAVID RUIZ VELA



¿Por qué las personas tienen sexo?

La mayoría de las personas podrían afirmar que tienen sexo por placer o para reproducirse. Sin embargo, la razón del sexo es mucho más profunda.

La mayoría de las personas podrían afirmar que tienen sexo por una función reproductiva. Sin embargo, la gente sigue teniendo relaciones sexuales mucho después de haber tenido hijos. Por lo tanto, el gran interés en el sexo y el erotismo no está necesariamente vinculado con el interés en la reproducción.

Otras personas podrían decir que tienen relaciones sexuales por placer. Sin embargo, las investigaciones demuestran que el placer físico de la estimulación genital no es necesariamente un componente importante en la decisión de tener relaciones sexuales. Los investigadores Cindy Meston y David Buss consultaron a 400 estudiantes acerca de sus razones para mantener relaciones sexuales. Entre las primeras destacaban: “Me sentí mal por él”, “Para castigarme a mí mismo”, y ”Perdí una apuesta”.

Muchas personas tienen sexo sin placer ni expectativas. De hecho, si se desea obtener placer inmediato se va a llegar más rápido mediante la masturbación.

Interacción y deseo sexual

Randall Collins, un sociólogo norteamericano que ha estado escribiendo sobre el tema desde hace décadas, argumenta que la sexualidad humana se puede entender sólo en un contexto social. Los seres humanos son sociales, solos y aislados no pueden sobrevivir.

El deseo sexual, por lo tanto, no se dirige principalmente al placer físico o la reproducción, sino que se relaciona con la conexión con los demás. El placer sexual es fundamentalmente una construcción social, algo que surge del intercambio social, según indica Collins.

Según Collins, construimos nuestro mundo en una serie continua de rituales de interacción que permiten nuestra existencia y le dan significado. Todos los aspectos de nuestras vidas se llevan a cabo a través de estas ceremonias. Las conversaciones entre amigos, un día de trabajo, una comida en familia, todos son rituales de interacción. Pueden ser diferentes en su contenido, pero son similares en sus procesos sociales y psicológicos: todos afectan a un grupo cuyos miembros son conscientes uno del otro y tienen un interés común.

En este contexto, el sexo es un ritual interactivo que sigue las reglas de los otros rituales. En un encuentro sexual, un pequeño grupo se reúne, los participantes son conscientes de la presencia del otro y su atención está dirigida al interés común.

Según Collins, un conocimiento profundo de la sexualidad sólo es posible si se mira desde la perspectiva del contexto social, en lugar de examinarla desde la perspectiva del individuo.

Por lo tanto, y según explica el experto, el placer no se deriva de la estimulación física de los genitales o de la posibilidad de dar a luz, el placer sexual se deriva de la cooperación sincronizada entre las personas. La totalidad del contacto humano es más grande que la suma de sus partes individuales.
Dr. David Ruiz Vela

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